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III Premios Buenas Prácticas

SALUD MENTAL ESPAÑA

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EL CORRILLO DE ÁNGELA

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Cuidado y promoción de la salud mental frente al COVID

¿Qué se quería conseguir con el desarrollo de esta Buena Práctica?

La nueva situación generada por la pandemia COVID-19 nos ha provocado diferentes sentimientos asociados al miedo, incertidumbre o angustia, acusado en muchas ocasiones con una cierta soledad social debido al aislamiento y confinamiento domiciliario.

En este sentido ha sido muy acusado para las personas usuarias de las asociaciones de salud mental, que pasaron de una actividad diaria, con el correspondiente contacto social, a un confinamiento domiciliario estricto.

Hay que destacar que esta alteración del entorno en la que las personas usuarias desarrollan su día a día ha podido alterar o provocar un deterioro en la funcionalidad debido a diferentes alteraciones en el sueño, aumento de la sintomatología asociada a los trastornos del estado de ánimo como aumento de los síntomas depresivos o ansiosos, trastorno de estrés postraumático, entre otros.

Además, durante meses, las personas usuarias de los servicios de las Asociaciones de Salud Mental no han podido verse entre ellas en persona, teniendo que participar, cuando se ha podido hacer, en grupos muy reducidos o “grupos burbuja”, lo que ha provocado que el contacto social entre ellos hay sido escaso.

Hemos podido observar cómo la situación que estamos viviendo repercute en la disminución de las habilidades sociales, el aumento de la ansiedad y en el aumento de sintomatología depresiva, con una apatía generalizada.

Con el taller “El corrillo de Ángela” se ha pretendido mantener el contacto social entre las personas usuarias de los servicios de la Asociación AFEMAR para intentar paliar el aislamiento social y fomentar espacios relacionales y de ocio en los que de manera más informal se trabajan aspectos centrados en la motivación, la salud y las relaciones sociales con incidencia en los sentimientos de pertenencia grupal que repercuten de manera positiva en la autoestima y bienestar.

¿Qué se ha hecho para conseguirlo?

El proyecto 2020 de habilidades sociales tuvo que modificar sus objetivos para adaptarse a la situación epidemiológica provocada por la aparición del COVID-19, identificando como objetivo primordial fomentar el contacto social entre las personas usuarias de los servicios de alud mental de AFEMAR de manera que el vínculo creado no se rompiese.

Para ello, durante el confinamiento se realizaron diversos talleres con ese objetivo. El taller “El corrillo de Ángela” se ha desarrollado durante los meses posteriores a marzo de 2020 en diferentes sesiones semanales a horarios variados para promover la mayor participación de las personas usuarias, con una duración mínima de 40 minutos y con una participación muy

activa de casi todas las personas usuarias de los servicios de la entidad, participando el número total de personas que permite la aplicación a través de la que se ha desarrollado.

Se acuerda con los participantes el día y la hora en la que va a desarrollarse el taller, siendo el profesional el encargado de comenzar la sesión y de incluir a los participantes.

Se ha implicado a las familias para, por un lado, fomentar la participación de las personas usuarias con apatía o desidia y por otro para facilitar la conexión vía telemática, además de colaborar en la preparación de alimentos, ya que en muchos casos son ellos quienes se encargan tanto de las compras como de la economía doméstica.

Se ha tenido en cuenta la perspectiva de género llevando a cabo las sesiones con una participación tanto de hombres como de mujeres.

Se puede destacar que dentro de este ámbito se han desarrollado sesiones en las que se ha trabajado la desigualdad de género en relación con las tareas domésticas, ya que la distribución de los usos del tiempo varía en cuanto a la implicación que muestran hombres y mujeres, siendo primordial una concienciación de la importancia de la implicación y colaboración en todas las tareas.

Para la participación de las personas usuarias se han tenido en cuenta tanto las relaciones que mantenían en el centro como los contactos o no que han tenido durante la pandemia.

Ha sido prioritario que las personas usuarias que estaban tiempo sin verse pudiesen hacerlo, por lo que han sido encuentros cargados de emotividad y muy necesarios para el contacto entre ellas, sobre todo en los casos de personas que viven solas.

¿Qué se ha conseguido?

Se ha conseguido que las personas que padecen un problema de salud mental, a través del taller “El corrillo de Ángela”, se sientan acompañadas fomentando el contacto entre ellas, además del aprendizaje, conocimiento y manejo del teléfono móvil, ya que para participar ha sido necesaria la adquisición y control de la aplicación WhatsApp en la función de videollamada.

Se ha trabajado la autonomía, responsabilidad y colaboración con los y las convivientes en la preparación de su desayuno/almuerzo o merienda, siendo ellas mismas las que han debido prepararla, previo al taller.

Con esto se han trabajado las funciones ejecutivas ya que ha requerido de una planificación, organización y adquisición de los materiales necesarios, siendo fundamental en algunos casos la implicación de las familias ya que en muchos casos son las que realizan las compras necesarias para la unidad familiar.

El impacto social que ha tenido el taller ha sido muy positivo, llegando a tener una demanda muy alta en la participación de casi todas las personas usuarias de los servicios de la entidad.

Se ha conseguido un espacio con un ambiente más informal en el que expresar preocupaciones, en el que han podido desahogarse y sobre todo se han conseguido momentos de compañía.

Para los encuentros, en las ocasiones que se ha podido, se ha pedido a las personas usuarias que utilizaran diferentes espacios del domicilio, buscando para ello la incorporación de espacios no muy utilizados como balcones o terrazas, buscando así promover los encuentros al aire libre dentro de su hogar, facilitando que en otras ocasiones puedan utilizar el espacio sin necesidad de que forme parte de uno de nuestros encuentros.

El programa ha ayudado a la reducción de los sentimientos de soledad, apatía, desidia, tristeza, además de prevenir la posible desvinculación de los servicios de Salud Mental prestados en la Asociación.

Este taller ha promovido, además de las relaciones sociales, el mantenimiento de diferentes conversaciones y debates sobre la actualidad que acontecía, pudiendo expresar sus preocupaciones, opiniones o necesidades, ya que en muchas ocasiones no cuentan con esa posibilidad de expresión en el ámbito familiar.

Se ha conseguido un taller innovador debido a la situación generada por la pandemia COVID– 19, en el que se han incluido las nuevas tecnologías y el contacto social y que probablemente, junto al resto de acciones e intervenciones de AFEMAR, ha ayudado a que a lo largo de los meses más complicados de 2020 no hayamos tenido recaídas ni ingresos hospitalarios de las personas que atendemos y que han participado.

¿Qué ha mejorado gracias a la Buena Práctica?

El desarrollo del taller “El corrillo de Ángela”, de forma continua ha mejorado el ánimo, la autoestima, la motivación y el mantenimiento de la vinculación con la asociación, además de aportar una rutina en los participantes los días en los que se ha desarrollado el taller.

Además, ha creado mayor seguridad a la hora de la utilización del teléfono móvil y de la adquisición de habilidades para el manejo.  Han mejorado los contactos que mantienen de forma autónoma ya que en algunos casos comenzaron a realizar las videollamadas sin necesidad del o la profesional de la entidad, por lo que los encuentros o el contacto ha ido aumentando y con ellos las emociones positivas asociadas como una mayor motivación, optimismo, bienestar y alegría.

Se han ido incorporando nuevas personas participantes a la actividad en función, no sólo de los intereses, sino como “derivación” de otros profesionales que han podido detectar aumento de sintomatología depresiva, ansiosa e incluso psicótica, mejorando considerablemente con la participación en el taller.

Este taller guarda relación con un Objetivo de Desarrollo Sostenible adoptados por la Asamblea General, concretamente con el objetivo número tres destinado al ámbito de la salud y bienestar, materializándose en el objetivo de “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”, ya que es un taller que promueve la salud y el bienestar a través de la disminución de las consecuencias que tiene el aislamiento social o la ruptura de forma brusca con las actividades que desarrollan las personas con problemas de salud mental en una asociación debido a la crisis sanitaria mundial.

¿Cómo se podría replicar en otras entidades?

Este taller se puede replicar en otras entidades mediante una planificación de este, siendo necesario que el o la profesional que lo va a impartir tenga un teléfono móvil con conexión a internet, siendo igualmente un requisito para las personas usuarias.  Para el desarrollo de este no es necesario que las personas usuarias tengan un conocimiento muy amplio del manejo del teléfono móvil pero sí el tener descargada la aplicación WhatsApp.

Para ello, siempre el profesional de la entidad ha realizado las orientaciones y ayuda necesaria, además de la cesión por parte de la entidad de dispositivos.

Hay que destacar que existen actualmente multitud de plataformas en las que se pueden realizar reuniones o contactos en los que las personas pueden verse de forma telemática, por lo que el medio de comunicación escogido puede adaptarse a las capacidades tecnológicas de la entidad y de las personas usuarias participantes.

Requiere de una organización en cuanto al contacto y participación de las personas usuarias, creando vías y cruces para que en cada uno de los encuentros participen el mayor número de personas que no se hayan visto con anterioridad, creando en estas situaciones momentos en los que esos contactos promueven un mayor bienestar, además de facilitar los teléfonos personales entre los participantes.

Para la puesta en marcha del taller no hace falta una inversión económica, ya que en la mayor parte de los hogares o de las entidades de personas con problemas de salud mental se cuenta con conexión a internet.

En este sentido, se trata de un programa que no requiere grandes inversiones y que es fácilmente sostenible a nivel económico.

El taller “El corrillo de Ángela” además de estar indicado para el cuidado y promoción de la salud mental frente al COVID-19, se puede utilizar para realizar sensibilización, ofrecer información y formación, y por tanto, trabajar la adquisición de medidas de prevención e higiénico-sanitarias de una manera más informal.

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