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III Premios Buenas Prácticas
SALUD MENTAL ESPAÑA
ESPACIO 19, LABORATORIO DE CUIDADOS
¿Qué se quería conseguir con el desarrollo de esta Buena Práctica?
El Espacio 19, laboratorio de cuidados surge en el contexto de las primeras semanas de confinamiento con el objetivo de propiciar el mejor cuidado a las personas con problemas de salud mental, sus familias y personas allegadas, a través del cuidado y apoyo emocional hacia las profesionales del equipo AFES Salud Mental que desempeñan esa labor.
Ofreciendo a las trabajadoras una atención y acompañamiento especializado para prevenir riesgos psicosociales durante el estado de alarma y desescalada, y propiciando que el equipo humano de la entidad tuviera las herramientas y estrategias suficientes para la gestión emocional y psicológica ante un contexto de incertidumbre, se favoreció el mejor cuidado a las personas con problemas de salud mental, familiares personas allegadas.
El Espacio 19 permitió mantener la atención y acompañamiento a las personas con problemas de salud mental, sus familias y personas allegadas, que desde la Entidad se venía proporcionando, adaptada a las nuevas circunstancias, gracias al soporte emocional ofrecido a las trabajadoras de la Entidad.
¿Qué se ha hecho para conseguirlo?
AFES Salud Mental crea un espacio como medida de cuidado a las trabajadoras durante el estado de alarma y confinamiento decretado por el Gobierno a raíz de la aparición del COVID-19.
En este espacio se ofrece a los equipos un acompañamiento adicional para que cuenten con el cuidado que necesitan para seguir desempeñando la labor en condiciones de salud, en un contexto de incertidumbre y miedo, donde por una parte se mantiene y refuerza la atención presencial en muchos servicios, y se sustituye o combina con la atención telemática en tantos otros.
Este nuevo espacio de cuidados que surge en la situación de Estado de alarma llamado Espacio 19: laboratorio de cuidados, consta de sesiones de orientación individual con una psicóloga y coach ejecutiva, externa a la entidad, y grupos de apoyo entre compañeras facilitados por una psicóloga y coach sociosanitaria, trabajadora de la Entidad, todas ellas desarrolladas de manera telemática.
Esta iniciativa arranca a principios de abril, en su modalidad de atención individual, con las compañeras que mantienen y refuerzan la atención presencial en la atención directa a las personas, especialmente en los nueve recursos alojativos de la entidad, para complementarse con encuentros grupales a mediados de abril.
A finales de abril se amplía la invitación a participar a las compañeras trabajadoras del programa de atención domiciliaria de la entidad, y en mayo se amplía al resto de trabajadores/as de los diferentes programas y áreas de la Entidad aumentando el número de grupos de apoyo.
Las sesiones grupales se mantienen hasta el mes de julio, coincidiendo con la nueva normalidad, aunque el Espacio 19 se mantiene hasta finales de año mediante sesiones de coaching individual con las trabajadoras que así lo han solicitado.
Se realizan un promedio de tres sesiones de coach individual por trabajadora y cuatro encuentros grupales de 90 minutos cada semana, con un máximo de 10 participantes por sesión grupal. Los grupos son un espacio colectivo para estar, escuchar, acompañar, apoyar, empatizar, reconocer la labor de cada una de las personas, etc.
Una actividad horizontal en la que todas las voces fueron importantes y tuvieron el mismo valor, y aunque no existió el papel del profesional experto o experta, sí hay una figura facilitadora en cuanto a la organización de la acción, el manejo de los tiempos, la mediación en la conversación, etc.
¿Qué se ha conseguido?
Por el Espacio 19 Laboratorio de cuidados han transitado un total de 51 trabajadoras, de las 95 invitadas a participar:
- 39 encuentros grupales, en los que participan 46 trabajadoras (40 mujeres y 6 hombres), con un promedio de participación de 5,22 encuentros por persona.
- 44 sesiones de coaching individual, beneficiando a 15 personas (12 mujeres y 3 hombres), y con un promedio de 3 sesiones por persona.
- Un total de 83 acciones para procurar el cuidado necesario al equipo de profesionales que, a su vez, ejercía labores de cuidado y contención emocional de personas con problemas de salud mental, y sus familiares, en momentos de alta vulnerabilidad social.
En cuanto a los beneficios de esta iniciativa, podemos afirmar se disminuyó la probabilidad de problemas psicosociales generados tras la situación y contingencias surgidas por la declaración de pandemia por COVID-19 tanto en las trabajadoras de la entidad como en las personas beneficiarias de sus recursos o servicios.
De manera específica:
- Se generó un espacio de atención y cuidados específico dedicado a reducir los riesgos psicosociales del COVID-19 para las trabajadoras, donde se les ha dotado de estrategias y herramientas de carácter psicosocial para la gestión de la propia situación.
- Se aportó a las profesionales, a través de las intervenciones individuales y grupales, contención y gestión emocional, espacios de encuentro y coordinación de casos, así como tiempos de desconexión de la contingencia por el COVID-19 y conexión con la expresividad, el humor y el entendimiento compartido.
- Se tomaron las medidas adecuadas para seguir atendiendo a las personas de manera no presencial, garantizando el cumplimiento del confinamiento durante el estado de alarma, y proporcionando las medidas de protección de la salud en todo momento.
- Se generó una red de apoyo y sostén entre las profesionales de la entidad que permitió no sólo mantener la prestación de servicios sino reforzarlos, doblando esfuerzos y poniendo en práctica las estrategias para la contención emocional y el apoyo psicosocial a las personas con problemas de salud mental, en momentos de incertidumbre donde su ya de por sí vulnerabilidad se vio acentuada.
- Gracias a todas las medidas diseñadas e implementadas por la entidad, durante los 99 días de confinamiento que duró el estado de alarma, se prestó atención presencial y telemática a un total de 976 personas (498 mujeres y 478 hombres), que junto a las 707 personas alcanzadas en el área de sensibilización (441 mujeres y 266 hombres), suman un total de 1683 personas entre los diferentes programas y servicios de la entidad.
¿Qué ha mejorado gracias a la Buena Práctica?
El cuidado de la salud global de las personas con problemas de salud mental no es posible sin el cuidado de la propia salud de las trabajadoras.
Ofrecer un espacio para el apoyo y el aprendizaje mutuo ha enriquecido no sólo la práctica profesional sino las relaciones entre el equipo humano de la entidad.
Todo ello repercutiendo notoriamente en la calidad de la atención a las personas con trastorno mental y sus familias.
Compartir estos espacios, y participar en las sesiones individuales de coach, ha dotado de herramientas y estrategias al equipo profesional, de manera que las trabajadoras han podido acompañar a las personas con problemas de salud mental, durante el confinamiento y la desescalada.
Cuidar al cuidador, profesional en este caso, ha permitido disminuir sin duda, el impacto de la pandemia en las personas con problemas de salud mental y sus familias.
¿Cómo se podría replicar en otras entidades?
El espacio 19 es fácilmente replicable a otras entidades, tanto dedicadas al cuidado de la salud mental como a otros colectivos o fines.
Se ofrece como un espacio abierto y flexible, de participación voluntaria individual y grupal, con un acompañamiento profesionalizado acotado en el tiempo para ofrecer en un contexto concreto una respuesta a las necesidades del momento.
Definiendo claramente el para qué del espacio (cuidado de la salud mental de las trabajadoras en momentos críticos de la pandemia, en este caso), la duración (el período de alarma y la posterior nueva normalidad), y las alianzas de funcionamiento (del grupo, en este caso), se genera un espacio que puede replicarse y adaptarse a otras necesidades, momentos y contextos.