V Premios Buenas Prácticas

SALUD MENTAL ESPAÑA

PEQUEÑOS EXPLORADORES DE EMOCIONES

 

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Salud mental y población infantil, adolescente y juvenil

¿Qué se quería conseguir con el desarrollo de esta Buena Práctica?

Los problemas de salud mental tienen un gran impacto en el desarrollo emocional e intelectual de niños y niñas y afectan a su futuro desarrollo individual y su  adaptación social. Uno de los factores de protección y prevención es el desarrollo de una base sólida de inteligencia emocional. La inteligencia emocional es necesaria  para un desarrollo emocional saludable y para consolidar lazos afectivos sanos. Por ello, es necesario desarrollar competencias emocionales desde edades tempranas, con el objetivo de que los niños y las niñas cuenten con más recursos para afrontar las situaciones que se presenten a lo largo de la vida. El objetivo principal del campamento de inteligencia emocional ha sido el desarrollo de habilidades y competencias socioemocionales y de resolución de problemas que ayuden a desarrollar estrategias de salud mental en la infancia. Estas estrategias actúan como un factor protector, que ayudan a los niños y a las niñas a un buen desarrollo individual y social.  Los objetivos específicos del campamento han sido:

  • Reconocimiento y gestión de emociones: conocer las emociones, reconocerlas en ellos y ellas mismas y en las demás personas. Aprender a manejar sus emociones y entenderlas.
  • Autoconocimiento y autoestima: ayudar a los niños y las niñas a tener un mejor conocimiento de sí mismos y de sí mismas, de cómo son, de sus fortalezas y sus logros. El fin es que se sientan seguros y seguras, que tengan confianza en ellos y ellas mismas teniendo una imagen positiva de cómo son.
  • Asertividad y empatía: enseñar a los y las participantes a expresar y comunicar sus sentimientos, ideas y opiniones, usando un lenguaje positivo y respetando el punto de vista de los demás y el suyo propio. Aprender a escuchar a los y las demás y ponerse en su lugar.
  • Resolución de problemas: aprender técnicas de solución de conflictos a los que se pueden enfrentar los niños y las niñas en su día a día. Ayudarles a definir el problema y buscar diferentes alternativas.
  • Autocontrol y autorregulación: entender y conocer las cosas y situaciones que les molestan, y gestionar los enfados y la ira de forma adecuada, practicando alternativas a la agresividad.
  • Habilidades sociales: ejercitar estrategias para aprender a relacionarnos con los y las demás y establecer relaciones positivas.
  • Técnicas de relajación y mindfulness: entrenar a las personas participantes en técnicas de desactivación, respiración y atención plena que les ayuden a disminuir los niveles de estrés y una mejor gestión emocional en situaciones difíciles.

¿Qué se ha hecho para conseguirlo?

  1. Duración. El campamento de inteligencia emocional se ha desarrollado durante la semana del 11 al 15 de julio en horario de 9 a 13.30.
  2. Participantes. Han participado 8 niños y niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 10 años procedentes de diferentes centros educativos.  
  3. Metodología. El campamento de inteligencia emocional se publicitó mediante redes sociales y el envío de información a centros escolares.

En un primer contacto se realizaron entrevistas individuales con los padres y las madres de los y las participantes, con el objetivo de conocer el funcionamiento de los niños y las niñas y de explorar aquellas áreas en las que necesitaran más apoyo.  Se les explicó a los padres y las madres en qué consistía el campamento, las competencias  socioemocionales que se iban a trabajar y los diferentes talleres que se realizarían cada día.  A su vez, se remarcó la importancia de continuar el trabajo desde casa, ya que los niños y las niñas aprenderían competencias y técnicas que debían practicar en familia. Era fundamental que los padres y las madres estuvieran involucrados en las actividades que se realizaban en el campamento. En esta primera entrevista, los padres y las madres firmaban el consentimiento informado y el tratamiento de datos.

El funcionamiento del campamento se ha desarrollado mediante talleres diarios con temáticas enfocadas a trabajar los objetivos específicos que se plantearon al inicio. Se han realizado diferentes actividades y dinámicas en las que de manera lúdica se ha podido profundizar, practicar e integrar competencias socioemocionales como: reconocimiento y gestión de emociones, autoconocimiento y autoestima, asertividad y empatía, resolución de problemas, autocontrol y regulación, y habilidades sociales. Se han realizado juegos de mesa, juegos de cartas, role-playing, actividades creativas, lectura de cuentos y dinámicas grupales, con el fin de conseguir nuestros objetivos. El campamento siguió la siguiente estructura diaria: 9.00- Bienvenida y repaso emocional en grupo; 9:30- Ejercicio de atención plena.10:00Actividad principal. 11:30- Snack y juego libre. 12:00- Actividad creativa terapéutica. 13:00- Relajación. 13:30- Fin de la jornada.

4. Materiales utilizados: se han utilizado juegos terapéuticos específicos para algunos de los bloques, juegos de cartas y otros materiales educativos.

Animales rabiosos.

El juego de las habilidades sociales.

Adiós tristeza.

El perruco.

Dixit.

Juego asertividad.

Bingo de emociones.

Tarjetas emociones.

Emocionario.

Tarjetas mindfulness.

Juegos de mesa y cartas para juego libre.

5. Actividades

  • Normas de grupo en POSITIVO.
  • Mi carta de presentación.
  • La flor de la autoestima.
  • Conozco las emociones (juego de cartas).
  • El termómetro de las emociones.
  • Dibujo las emociones.
  • Técnica del volcán: lectura de “Tengo un volcán” y dibujo de nuestro volcán.
  • Dixit: elegir cartas que digan algo positivo de uno/a mismo/a. Cartas de estados emocionales.
  • Técnica de la tortuga para trabajar autorregulación emocional.
  • Relajación progresiva infantil.
  • Relajación: el soplo del dragón.
  • Pasos para gestionar mis emociones en situaciones difíciles.
  • Rueda ¿qué puedo hacer cuando me enfado?
  • Molinos para manejar las emociones.
  • Caretas emociones.
  • Técnica del semáforo para trabajar el autocontrol.
  • Globos de las emociones.
  • Comecocos de emociones.
  • Los cinco pasos para controlar mis emociones.

 

¿Qué se ha conseguido?

En el campamento se ha conseguido que los niños y las niñas tengan una mejor conciencia de las emociones, reconocerlas en ellos mismos y mismas y en las demás personas. Han aprendido a realizar un buen manejo de las emociones, especialmente de aquellas que les puedan generar malestar. Han aprendido a reconocer señales de enfado y a poner en práctica las estrategias aprendidas para no gritar, pegar o romper cosas.

Los niños y las niñas han podido practicar técnicas de habilidades sociales que les permitan poder relacionarse con sus iguales y crear relaciones afectivas sanas. Mediante técnicas de juego y role-playing han practicado la comunicación asertiva y la importancia de aprender a respetar sus opiniones y las de los y las demás. Todos los días se han practicado técnicas de desactivación, han aprendido la respiración diafragmática y diferentes técnicas de relajación que pueden utilizar en su día a día cuando sientan que están nerviosos o nerviosas. Los y las participantes en el campamento han desarrollado una mejor imagen propia, han explorado sus fortalezas y sus logros. Con esto se consiguió que tuvieran una mejor imagen de ellos y ellas mismas. Han conseguido aprender cómo hacer frente a los problemas que les puedan surgir mediante la práctica de resolución de problemas. Han practicado diferentes estrategias para definir el problema y buscar la mejor solución.

¿Qué ha mejorado gracias a la Buena Práctica?

Los y las participantes y sus familias han podido adquirir unas competencias socioemocionales que les permitan un buen desarrollo familiar, social e individual, actuando como un factor protector de problemas de adaptación social o posibles problemas de salud mental. Los diferentes talleres realizados en el campamento de inteligencia emocional han mejorado el clima y la comunicación familiar, ya que el trabajo no solo ha sido orientado a los niños y las niñas, sino también a sus familiares. Ha mejorado el funcionamiento social de los niños y las niñas, que adquirieron más preparación para relacionarse con sus iguales, defender sus ideas y tener un buen autoconcepto y una buena autoestima. El desarrollo de estas competencias socioemocionales ayudará a que los niños y las niñas estén más preparados y preparadas para las diferentes situaciones que puedan encontrarse en la vida. De esta manera, se consolida una base sólida de una buena inteligencia emocional que mejorará sus herramientas para una niñez, adolescencia y adultez más saludable.

¿Cómo se podría replicar en otras entidades?

Esta actividad se puede replicar en cualquiera de nuestra entidades del movimiento salud mental, todas ellas cuentan con profesionales de la Psicología y la Educación para poner en marcha estos talleres.