V Premios Buenas Prácticas

SALUD MENTAL ESPAÑA

PROGRAMA #NO T-CORTES. CUÉNTALO

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Salud mental y población infantil, adolescente y juvenil

¿Qué se quería conseguir con el desarrollo de esta Buena Práctica?

Desde la Asociación Salud mental Cieza y comarca, AFEMCE, contamos con 6 años de experiencia interviniendo con población infanto-juvenil. Hemos podido observar, sobre todo tras vivir la situación de aislamiento y confinamiento derivado de la pandemia por COVID, un aumento de las emociones de tristeza, aislamiento, bajo rendimiento escolar y absentismo, desmotivación e ideaciones de autolesión o suicidio, en población cada vez más jóven.

Tras recibir en nuestro servicio una alta demanda de población infanto-juvenil, así como por parte de los departamentos de orientación y docentes de diversos centros educativos, y ante el continuo aumento de casos observados en las aulas de jóvenes con conductas autolíticas, sintomas depresivos, entre otros, planteamos desde AFEMCE, y en concreto desde nuestro Proyecto “CLICK” de atención infanto-juvenil, un nuevo programa para desarrollar con alumnos y alumnas de Secundaria.

El objetivo era prevenir y sensibilizar sobre problemas de salud mental y conductas de riesgo, mediantes sesiones en horario lectivo, cuyo fin principal era promocionar el cuidado de la salud mental en el alumnado, dotarle de herramientas y estrategias de autoregulación emocional como medida preventiva, y establecer una guía de apoyo a los y las docentes. Además, el proyecto buscaba poder intervenir con el alumnado que presentase conductas autolíticas con o sin intención suicida, como medio de gestión emocional. Las sesiones irían destinadas a los/as alumnas/os de un centro de Educación Secundaria concreto, para ser realizado como programa piloto.

Después de nuestra sesión con el alumnado, se entregaría una guía de seguimiento para docentes a los tutores y tutoras de cada grupo, elaborada por nuestras profesionales del proyecto infanto-juvenil, para que en sesiones de tutoría la trabaje, puedan continuar observando cómo se encuentran sus alumnos y alumnas tras el trabajo de nuestra sesión y llamarnos para intervenir, si fuese necesario. Una vez desarrollado el programa piloto, y tras valorar las respuestas observadas y los datos obtenidos en los cuestionarios realizados tras cada sesión a alumnos/as y docentes, también se planteaba elaborar una formación específica para el profesorado de la comunidad autónoma a través del CPR (centro de profesores y recursos de la región de Murcia).

¿Qué se ha hecho para conseguirlo?

Para lograr y desarrollar la buena práctica mencionada en el párrafo anterior se han llevado a cabo las siguientes acciones: 

  1. La entidad ha destinado a dos profesionales a observar y consultar, programar, planificar, organizar y desarrollar el proyecto. Lo han realizado la psicóloga y la trabajadora social del programa infanto-juvenil de AFEMCE, ya que tienen un contacto directo con el perfil objetivo y con los centros educativos del territorio. 
  2. Investigación de datos, artículos, y diverso contenido teórico al respecto y elaboración de materiales incluyendo: presentación para sesión dinámica del alumnado; autorización para progenitores, para participación en las sesiones; guía para docentes de seguimiento del programa; cuestionarios de evaluación para alumnado y docentes.
  3. Contactar con un instituto concreto con el que se realiza un continuo trabajo en coordinación y en red, atendiendo a diversos alumnos y alumnas, y llevar a cabo reuniones con el Departamento de Orientación para establecer la idoneidad del programa piloto dentro de su centro educativo, y en qué cursos y fechas se llevará a cabo.
  4. Desarrollo de las sesiones en el IES Diego Tortosa con alumnado de 2º y 3º de la ESO. Intervención directa psicosocial en aquellos casos que ha sido necesario a través del propio contacto por parte de el/la alumno/a y su familiar o por derivación del centro educativo. Una sesión con un grupo de adolescentes de la Organización Juvenil Española (OJE Cieza).
  5. Destacar también que en cualquier intervención realizada se ha tenido siempre en cuenta la perspectiva de género utilizando un lenguaje inclusivo, respetuoso y sin juicio, teniendo de este modo siempre presente la individualidad de cada una de las personas con las que se ha intervenido.

Por último, señalar que en las propias sesiones con el alumnado se les facilitan diversos recursos de atención, incluido nuestro teléfono y redes sociales, lo que hace que para ellos y ellas sea más accesible, sobre todo a través de Instagram.

¿Qué se ha conseguido?

Tras la realización de la buena práctica en el centro descrito con anterioridad, destacaríamos que, además de las diversas repercusiones a nivel indirecto en la comunidad, se han conseguido los siguientes aspectos:

En primer lugar, señalar la idoneidad del programa, dada la situación actual de la salud mental infanto-juvenil y, sobre todo, la innovación de este, al ser las conductas autolíticas sin ideación suicida y el suicidio un tema muy tabú en la sociedad, por el temido “efecto llamada”, y por la escasez de recursos para abordar este tema a pesar de la necesidad.

Se han generado espacios de comprensión y alivio dentro del propio centro educativo.

Se ha logrado disminuir el estigma sobre los problemas de salud mental entre el alumnado, además de normalizar el tema tabú como las autolesiones y el suicidio, y que puedan hablar de ello con naturalidad.

Nuestro programa significa aumentar los recursos de afrontamiento y trabajar en colaboración con la administración educativa. Esto, además, ha derivado en la promoción de la activación de recursos del entorno (por ejemplo, jóvenes que no asistían a salud mental por estigma y que ahora asisten por propia voluntad, normalizando el recurso).

Se ha logrado detectar e intervenir con adolescentes que presenten desregulación emocional y autolesiones. También se les ha podido derivar a cualquier otro servicio o recurso que ha sido necesario, además de ser un apoyo para la familia a nivel de escucha, orientación y acompañamiento en el proceso.

Además, se ha logrado concienciar a la comunidad educativa sobre estos aspectos y se les ha dotado de capacidades y herramientas para convertirles en agentes de prevención, detección y ayuda dentro de su propio centro educativo, al ser los agentes más directos en estos casos.

Señalar que se ha dado voz a jóvenes que mantenían totalmente en silencio cualquier emoción de tristeza o conductas autolesivas por miedo a ser juzgados o juzgadas.

Y, por último, indicar que lo citado con anterioridad ha sido lo que se ha conseguido hasta el momento, pero hemos de señalar también que en este primer periodo no se ha desarrollado la formación a los docentes. Este es un objetivo más a largo plazo, durante el periodo 2022-2024, debido al tiempo, trabajo y desarrollo del contenido que se necesita para llevar a cabo esta formación, que consiste en dotar de herramientas y estrategias de autoregulación emocional en la adolescencia como medida preventiva de problemas de salud mental y conductas autolíticas.

¿Qué ha mejorado gracias a la Buena Práctica?

Gracias al desarrollo de la buena práctica destacaríamos como mejoras:

  1. EN EL CENTRO EDUCATIVO:

– Generar espacios de escucha y comprensión en el centro educativo, disminución de estigma y juicios hacia la salud mental, facilitar recursos para aquellas personas que han necesitado intervención, etc.

  1. EN EL ALUMNADO:

– Promover el equilibrio emocional de la persona.

– Aumentar estrategias de regulación emocional.

– Dotar de habilidades para tomar de conciencia, efectividad interpersonal y tolerancia al malestar.

  1. EN NUESTRA ENTIDAD:

– Llevar a cabo un programa de un modo sostenible, económicamente, al no haber conllevado ningún coste a excepción del salario de las profesionales. Sostenible a nivel social, dada la idoneidad del programa por ser la salud mental infanto-juvenil un tema prioritario actualmente, y, sobre todo, sostenible medioambientalmente, al conllevar únicamente un gasto en papel para la realización del cuestionario, mientras que el resto de la sesión fue dinámica y sin uso de materiales. (En el próximo periodo se les realizará el cuestionario online para disminuir el uso de papel).

– Adquisición de herramientas y formación específica realizada por ambas profesionales en relación con la gestión emocional en la población objetivo, y prevención del suicidio, mejorando así las competencias necesarias para el desarrollo del programa, además de su experiencia laboral con el perfil señalado.

  1. EN LA COMUNIDAD:

-Indirectamente, a través del alumnado y docentes, transmitirán las herramientas adquiridas y, sobre todo, la posibilidad de hablar de salud mental sin juzgar a otras personas, alumnos/as, a familiares, amigos/as, etc., lo que conlleva una onda expansiva de sensibilización a nivel comunitario sobre salud mental.

Además, destacaríamos los siguientes aspectos a tener en cuenta en el desarrollo de la buena práctica:

Gracias a las respuestas obtenidas en los cuestionarios cumplimentados por alumnado y docentes, se cuenta con su participación en el diseño o desarrollo de la buena práctica, teniendo en cuenta las necesidades reales de la población objetivo, así como que algunos/as de esos/as alumnos/as y/o docentes son personas con problemas de salud mental.

Se han atendido a 271 alumnos/as y 9 docentes.

Indicar que, durante el periodo de realización del programa, del total de usuarios/as atendidos/as en nuestro Proyecto “CLICK” (70 usuarios/as), 16 jóvenes presentaban conductas autolíticas y/o ideación e intentos suicidas. De estas personas, 8 ya no presentan ningún tipo de conducta autolesiva ni ideación, 2 han disminuido dichas conductas, otras 2 accedieron al servicio a través de las sesiones de su centro educativo, donde se les orientó para hablar con sus familias sobre las conductas e ideas que presentaban y se reciben atención psicológica privada. Por último, se ha realizado un alta de nuestro servicio por mejoría. 

En suma, como se puede observar, existe una realidad en la prevención, detección, atención y mejora a través de la realización del programa.

¿Cómo se podría replicar en otras entidades?

El programa es totalmente replicable y escalable a cualquier otra entidad, dada la adecuada realización de material. Para mayor especificidad, se podría plantear una escala a otra entidad siguiendo el siguiente proceso:

1. Nuestras profesionales realizarían una formación específica sobre el contenido y material a los/as profesionales de la entidad interesada.

2. Se pondría a disposición el material elaborado de dicha entidad.

3. Los y las profesionales de esa entidad responsables de llevar a cabo las sesiones en los centros educativos contarían con un seguimiento, mentoring y supervisión necesaria por parte de nuestras profesionales. A destacar que, lo idóneo sería la escala en entidades que además cuenten con programas de atención infanto-juvenil para poder realizar una atención y/o intervención si fuese necesario. *Deberán desarrollarlo profesionales con formación en relación con el suicidio. Este sería un plan de acción de escalabilidad inicial, que podría ser modificado según las necesidades de la entidad.