V Premios Buenas Prácticas

SALUD MENTAL ESPAÑA

SOBRE ANSIEDAD Y MANEJO DEL ESTRÉS

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Salud mental y población infantil, adolescente y juvenil

¿Qué se quería conseguir con el desarrollo de esta Buena Práctica?

Esta práctica nace de una necesidad detectada en el alumnado de Secundaria. Con ella se pretende sensibilizar y psicoeducar en materia de ansiedad. Potenciar el autoconocimiento a través del análisis de las propias estrategias de afrontamiento, las fortalezas y las debilidades personales. De una forma más aplicada, facilitar el acceso a estrategias de afrontamiento del estrés alternativas, el refuerzo de las propias fortalezas y el trabajo sobre las debilidades personales.

A través de este taller, se facilita conocimiento acerca del funcionamiento de la ansiedad y su afrontamiento. Parte de una psicoeducación y una facilitación de herramientas para conocernos mejor, analizar nuestra propia gestión del estrés y desarrollar estrategias apropiadas para hacerle frente.

Además del trabajo introspectivo, a partir de este taller, se busca mejorar las relaciones interpersonales, facilitando la apertura emocional, entre iguales, ya que el desarrollo de este se da a través de grupos focales y coloquio.

Además de esta apertura emocional, se obtienen herramientas para el acompañamiento a nuestro entorno, a partir de la validación emocional, la escucha activa, la empatía y el cuestionamiento y clarificación acerca de cómo la persona quiere ser acompañada y qué necesita.

Además, en el funcionamiento de nuestra entidad supone una actuación de sensibilización contra el estigma en salud mental y de empoderamiento del colectivo, al tratarse de un taller elaborado e implementado por el equipo de difusión conformado por 6 personas usuarias de servicios de salud mental. En este proceso se potenciaron: la creatividad, ya que todo el material ilustrado se creó específicamente para el taller; el compromiso, puesto que nos reunimos con una frecuencia semanal, durante 3 meses para preparar el contenido del taller y de los relatos en primera persona, y ensayar su puesta en marcha; y las habilidades comunicativas a la hora de implementar el taller en los distintos centros.

¿Qué se ha hecho para conseguirlo?

Los departamentos de orientación educativa de Secundaria de varios centros, nos solicitaron intervenir tras detectar elevados índices de ansiedad en el alumnado. El equipo de difusión de AFEM Salud Mental, conformado por usuarios y usuarias de servicios de salud mental en primera persona, elaboraron, con el apoyo de psicólogas y trabajadora social, un taller práctico basado en metodologías activas y participativas para intervenir de manera aplicada sobre la relación de menores, en esta etapa formativa, con la ansiedad, el estrés y la autorregulación emocional.

El taller consta de una presentación en la que una persona comparte su experiencia en salud mental, las características de su proceso de recuperación, su relación con la ansiedad y sus propias estrategias de afrontamiento del estrés. A continuación, se realiza un mapeo interactivo apoyándonos en las redes sociales, en este caso Instagram, para establecer la relación del alumnado con la ansiedad. Esto nos ayuda a conocer a las personas con las que estamos trabajando y adaptar nuestro contenido a sus propias vivencias. Le sigue una parte teórica aplicada, impartida a través de método socrático por profesionales, en la que se realiza un acercamiento teórico a la psicofisiología de la ansiedad, vemos la curva de la ansiedad y analizamos cómo movernos en ella.

A continuación, se realiza una dinámica en la que se lanzan estresores cotidianos (pelotas), presentes en estas edades. Se explica que cada pelota será un problema. La persona ha de coger únicamente aquellos de los que se quiera hacer cargo. Descubrirán que las decisiones se han de tomar de manera muy rápida y que a partir de un número les será difícil seguir haciéndose cargo de otras. Puesta en común: ritmo de la sociedad, exceso de estímulos y de información (redes), necesidad de ordenar y priorizar e incluso nos adelantamos a las estrategias de afrontamiento, a veces ponen en marcha alguna durante la actividad. Tras esto comienza la parte más aplicada del taller que se practica en grupos. Se anima a cada persona a elaborar su propia lista de estresores y se les enseña a aplicar en ellos la matriz de Lazarus y Folkman en la que se distinguen cuatro categorías en función de la importancia y de la urgencia. Esto nos ayuda a saber qué estresores son los primeros que necesitamos atender y cuáles planificar, delegar o eliminar.

Luego se ven las principales estrategias de afrontamiento que utilizamos y se analiza si esta estrategia nos ayuda o no, en caso de que no, se pregunta cómo podríamos cambiarlo. El último ejercicio se centra en el autoconcepto, identificamos con qué fortalezas contamos para afrontar nuestros problemas, cuales consideramos que son nuestras debilidades y qué podemos hacer con ellas. En el caso de las fortalezas potenciarlas, preguntarnos cómo, en el caso de las debilidades corregirlas, ¿qué puedo hacer para corregirlas?

¿Qué se ha conseguido?

Aumento del conocimiento sobre el colectivo al que está dirigido el taller (menores en escolarización Secundaria, desde primero de la E.S.O hasta segundo de Bachillerato), su relación con la ansiedad y el estrés, sus formas de afrontamiento y sus necesidades. Todos estos resultados están recogidos y permiten hacer un estudio cualitativo. En total fueron 297 respuestas abiertas a las preguntas ¿Qué es para ti la ansiedad?, ¿Qué es para ti la felicidad? y ¿Cuáles son tus principales problemas o preocupaciones?

• Adaptar nuestro contenido a sus propias vivencias de forma que se captó su atención y participación al ser un contenido aplicado.

• Favorecer la apertura emocional y el acompañamiento entre iguales. Creemos que apoyarnos en las redes sociales para hacer ese primer mapeo potenció la participación, al ser Instagram una herramienta con la que están familiarizados/as y tenerla tan integrada en su día a día. Nos sorprendimos al ver la gran aceptación y participación que tuvo el taller las seis veces que se implementó, sin encontrar diferencias significativas entre cursos escolares.

• Visibilizar nuestra labor diaria en materia de cuidado y reivindicación de salud mental. Además de darnos a conocer de manera directa, muchas de las personas participantes siguen al corriente de nuestra actividad diaria a través de Instagram.

• Aumentar el conocimiento de la ansiedad que está estrechamente ligado al manejo y gestión de esta, entendiéndose esto como un factor de protección.

• Facilitar herramientas para el autoconocimiento y reconocimiento de contingencias y tendencias propias. Este autoconocimiento también es un factor de protección para problemas de salud mental.

• Facilitar estrategias de afrontamiento del estrés tanto a corto como a largo plazo. Esto se hizo a través de ejercicios prácticos, que conservan en caso de necesitarlos, como son las matrices o los distintos estilos de afrontamiento simplificados.

• Generar el contenido divulgativo adaptado a la población joven. Este es un colectivo al que hasta el momento nos ha costado llegar y no por escasa incidencia, sino por barreras de alcance. Tras la implementación de este taller hemos tenido un alcance de 269 cuentas. Entendemos que este es un punto de partida sobre el que seguir trabajando.

• Luchar contra el estigma en salud mental.

• Facilitar la acción participativa de personas con problemas de salud mental a partir del diseño y preparación del contenido y su posterior implementación.

• Generar sinergias entre AFEM Salud Mental y los centros educativos, la implementación de los dos primeros talleres atrajeron el interés de los cuatro restantes, así como la voluntad de continuidad en el próximo curso.

¿Qué ha mejorado gracias a la Buena Práctica?

Esta práctica ha mejorado la participación, continuidad y el compromiso de nuestro equipo de difusión, que se ha visto envuelto en tareas creativas tanto ilustradas como narrativas, así como en tareas organizativas, al tener que establecer contactos con los centros. Tras la pandemia, este equipo se había visto afectado y en la actualidad tiene amplia participación y continuidad. Se encuentra implicado activamente en actividades de sensibilización.

También ha supuesto una oportunidad para que estas personas mejoren sus habilidades para comunicarse en público.

A su vez ha generado sinergias entre el asociacionismo y los centros educativos de Secundaria. La población joven no suele llegar a este tipo de recursos, es por eso que este tipo de acercamientos suponen un gran impacto en nuestra actividad y programación.

En lo que respecta al impacto de este programa en la población a la que está dirigido, además de acercarnos a ella, nos ha permitido validar sus experiencias, emociones y necesidades, entender su realidad y acompañarles en ella de una forma más aplicada, entendiendo que para acercarnos a ella tenemos que entenderla y saber comunicarnos en sus términos.

Además del aspecto más medible como es la participación en la encuesta inicial, tanto los grupos focales como el coloquio han resultado en una gran participación, que permite que todo el contenido del taller se imparta de manera aplicada. Para futuras ocasiones, la duración del taller será mayor, puesto que no se pudo atender toda la demanda de participación ni dedicar en las actividades todo el tiempo que les gustaría.

Esta constituye la principal mejora introducida de cara a próximas implementaciones, en base al feedback aportado por el alumnado.

¿Cómo se podría replicar en otras entidades?

A pesar de que el contenido es de elaboración propia, es completamente replicable. Contamos con una justificación teórica desarrollada, así como con un guion explícito con las pautas para implementar el contenido. Este material se elaboró con el objetivo de que cualquier profesional de nuestra entidad, así como estudiantes de prácticas, a pesar de no haber estado en el proceso creativo, pudiera aplicarlo y el resultado ha sido muy satisfactorio.